Desarrolla y ajusta los sistemas de combate del juego (ataques, defensa, combos, armas, daño, etc.) para que sean dinámicos, equilibrados y satisfactorios. Colabora con diseñadores/as de gameplay, animadores/as y programadores/as de IA para lograr una experiencia de combate fluida y coherente. Su trabajo es clave en juegos donde la acción es central.